Aicha Duihi, presidenta del IOPDHR (Observatorio Internacional para la Paz, la Democracia y los Derechos Humanos), continúa su lucha por la defensa de los derechos de los saharauis que viven en los campos de Tindouf. Instalada en Ginebra, alerta a la comunidad internacional sobre las persistentes violaciones de los derechos humanos en estos campamentos ubicados en territorio argelino.
En la sede del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, tenemos una cita con la activista saharaui que participa en un evento paralelo, durante la 58a sesión del CDH de la ONU. Vestida con su tradicional melhfa, Aicha Duihi cruza las puertas del Palacio de las Naciones con un paso decidido, encarnando el compromiso con los derechos humanos.
Originaria de Laâyoune, Aicha Duihi no se ha detenido en su ya rica trayectoria académica: un máster en economía y gestión en la Universidad Cadi Ayyad de Marrakech, seguido de una especialización en el Instituto de Administración de Empresas de Poitiers.
Para servir a su causa, reforzó su experiencia jurídica estudiando derecho en la Universidad Mohammed V de Rabat.
Hoy, como presidenta del Observatorio del Sáhara para la Paz, la Democracia y los Derechos Humanos (IOPDHR), dedica su vida a la defensa de los derechos humanos en el Sahara
Desde las primeras palabras intercambiadas, Aicha Duihi va directo al gono. La activista denuncia la falta de un estatus legal claro para las poblaciones saharaui de Tindouf, privadas de sus derechos más fundamentales. “Estos campos se consideran oficialmente campos de refugiados según las Naciones Unidas, pero en realidad, no se respetan las condiciones del estatuto de refugiado”, afirma una situación alarmante en Tindouf
Lamenta que los habitantes de Tindouf todavía vivan sin censo oficial, sin libertad de expresión o movimiento, y sufran una gestión opaca bajo la autoridad del Frente Polisario. “Recibimos testimonios e informes abrumadores sobre ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias”, añade en un tono serio.
Argelia, como país anfitrión, también es señalada por Saharaoui por su falta de supervisión en estos campos. A pesar de haber firmado la Convención de Ginebra sobre los Refugiados, Argel nunca otorgó un estatus oficial a los saharauis de Tindouf, manteniéndolos en un vacío legal prolongado. “El país anfitrión delega completamente la gestión de estos campos en el Polisario, incluido el control militar y judicial, lo que está en total contradicción con el derecho internacional”, subraya Duihi.
“Argelia es responsable de bloquear las comunicaciones con los organismos internacionales sobre estas violaciones, lo que constituye un grave obstáculo”.
Aicha Duihi
Una lucha librada desde Ginebra
El IOPDHR, con sede en Ginebra desde hace poco más de tres años, se dedica a documentar y denunciar las violaciones de los derechos humanos en varias partes del mundo, con especial énfasis en el Sahara. La organización multiplica los informes, las asociaciones con otras ONG y las intervenciones con los mecanismos internacionales de derechos humanos.
La presidenta de la organización ginebrina insiste en la importancia de sensibilizar a los organismos de la ONU y europeos sobre la situación de los saharauis de los campamentos de Tindouf. “Ya hemos llevado este asunto ante varios órganos de las Naciones Unidas y del Parlamento Europeo, pero el silencio persiste”, lamenta Aicha Duihi. Pero su tenacidad no flaquea al abogar, cada vez, por la causa de los saharauis.
A través de sus acciones, el IOPDHR está decidido a obtener el reconocimiento de las violaciones cometidas y a incitar a la comunidad internacional a exigir cuentas a Argelia. “Es inadmisible que estas poblaciones se mantengan en cautiverio durante casi 50 años, sin posibilidad de retorno o reasentamiento en condiciones dignas”, concluye.
La organización de Ginebra tiene previsto reforzar sus acciones de defensa basándose en testimonios directos e informes de investigación en profundidad. Tanto en Ginebra como en Bruselas, Aicha Duihi pretende continuar su lucha por el reconocimiento de los derechos de los saharauis y el fin de la impunidad en Tindouf. Un compromiso incansable que fue distinguido en 2019, recibiendo el Premio Europeo al Liderazgo Internacional de la Mujer en el Parlamento Europeo
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