Según varios medios como Israel Hayom, Reuters o el Financial Times coinciden en que Jared Kushner, yerno del presidente estadounidense electo Donald Trump, “se le ha confiado un papel central en la organización de los preparativos para formar el próximo gobierno en 2025”.
Este regreso al escenario del Sr. Kushner “marca un deseo de continuidad y fortalecimiento de los vínculos estratégicos tanto internos como internacionales”, se prejuzgó.
Actualmente, “el Sr. Kushner interviene de manera decisiva en la formación de un equipo que pueda reflejar las prioridades y la orientación política del presidente electo”, según las mismas fuentes, lo que “también podría presagiar una reafirmación de la política exterior implementada bajo la administración Trump, caracterizada por acciones afirmadas en Oriente Medio y una marcada política de apoyo a países estratégicamente importantes”.
En esta dinámica, el senador Marco Rubio, que se destacó en 2023 por fuertes declaraciones contra Argelia, “emerge como el principal aspirante al cargo de Secretario de Estado”, en sustitución de Antony Blinken, en el cargo desde 2021.
Marruecos, en el contexto geopolítico actual, podría beneficiarse de esta configuración política.
Los vínculos privilegiados entre Rabat y Washington, reforzados bajo el primer mandato de Donald Trump (2017-2021) por el reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara, deberían fortalecerse bajo la nueva administración.
El papel del Sr. Kushner, conocido por ser el arquitecto del acuerdo tripartito firmado en diciembre de 2020, podría favorecer la continuación de la cooperación entre Marruecos y Estados Unidos, en particular en materia de defensa, comercio y diplomacia regional
