Durante una sesión oficial celebrada ayer viernes en la sede de la ONU en Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó su informe anual sobre sus actividades para 2024.
El informe incluyó información sobre la evolución de la cuestión del Sáhara Marroquí, basada en sus reuniones periódicas y la comunicación continua con los funcionarios de la ONU responsables de la gestión del asunto.
El mismo informe que abordó las consultas semestrales celebradas por el Consejo sobre esta disputa regional, citando las exposiciones informativas del Representante Especial del Secretario General y el Jefe de la MINURSO, Alexander Ivanko, y del Enviado Personal, Staffan de Mistura. El informe no incluyó cambios en las posiciones adoptadas ni en el lenguaje de resoluciones anteriores.
La misma fuente confirmó que los miembros del Consejo reiteraron el objetivo de alcanzar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable.
Esta es la misma fórmula que se ha utilizado durante años y que enmarca resoluciones relevantes, incluida la Resolución 2756 del 31 de octubre de 2024, que prorrogó el mandato de la MINURSO hasta el 31 de octubre de 2025.
A pesar del carácter consensual del informe, la delegada de Sierra Leona formuló un comentario durante la sesión, expresando sus reservas sobre un párrafo relacionado con el Sáhara Marroquí, sin revelar sus detalles. Lo consideró “sugerente de una posición política no adoptada oficialmente por el Consejo”, antes de añadir que “su país se sumó al consenso para preservar el proceso de adopción colectiva”.
La delegada de Sierra Leona explicó que su delegación se adhirió al mecanismo de “silencio procesal” por respeto al flujo de trabajo del Consejo. Sin embargo, tras la aprobación del informe, optó por desautorizar el párrafo en cuestión para evitar cualquier interpretación errónea que pudiera socavar la neutralidad de la ONU en este conflicto.
Las reacciones a la reserva de Sierra Leona fueron diversas. El representante ruso, quien redactó la introducción del informe, argumentó que todos los miembros del Consejo ya habían tenido la oportunidad de expresar sus observaciones antes de que finalizara el período procesal en febrero pasado, subrayando que “el reglamento no permite enmiendas a los documentos después de su aprobación, ni pueden revisarse retroactivamente”.
El representante ruso afirmó que el controvertido párrafo había sido objeto de debate previo y que no se habían formulado reservas dentro del plazo legal. El representante chino instó a la adhesión a los procedimientos y normas establecidos del Consejo, señalando que “mantener los procedimientos institucionales es esencial en la labor del Consejo de Seguridad”.
Por su parte, el representante de Estados Unidos expresó su comprensión de la postura de Sierra Leona y declaró la disposición de su país a apoyar su punto de vista. Francia coincidió, afirmando que “los comentarios relacionados con la formulación política no deben desestimarse con el pretexto de formalidades”. El representante argelino, que apoya la postura del Frente Polisario, intentó politizar el debate al mencionar la importancia de adherirse a los procedimientos, sin abordar el fondo de la reserva de Sierra Leona, que claramente favorecía el enfoque de la solución política acordada sin imponer ninguna fórmula que contradijera la soberanía e integridad territorial de Marruecos.
La sesión del Consejo de Seguridad concluyó con la aprobación del informe en su forma original, documentado oficialmente en la nota del Presidente del Consejo de Seguridad con referencia
S/2025/336, que incluye varias sesiones informativas sobre la cuestión del Sáhara Occidental, en particular los informes del Enviado Personal del Secretario General, Staffan de Mistura, y del jefe de la MINURSO, Alexander Ivanko
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