El martes 9 de abril se presentó una resolución parlamentaria en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, pidiendo al Departamento de Estado y a la sociedad civil que apoyen una educación basada en la paz, el reconocimiento mutuo y la tolerancia, en el espíritu de los Acuerdos de Abraham (AA).
El texto, presentado por el representante demócrata Brad Schneider, junto con Debbie Wasserman Schultz y Randy Weber, insta a la administración estadounidense a fomentar la integración, en los sistemas educativos pertinentes, de contenidos educativos que promuevan la coexistencia pacífica y el respeto de la diversidad cultural y confesional.
La resolución recuerda que los acuerdos de Abraham, que permitieron la normalización diplomática entre Israel y varios países árabes, incluidos los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y la reanudación de las relaciones con Marruecos, constituyeron un gran avance hacia la estabilidad duradera en Oriente Medio. También saluda las revisiones emprendidas por estos Estados en sus programas escolares, en particular la mitigación o eliminación de contenidos antisemitas, así como la introducción de módulos que valoran la tolerancia, la paz y la dignidad humana.
El texto también se refiere a desarrollos similares observados en los sistemas educativos de Arabia Saudita e Indonesia, que realizan ajustes estructurales para promover un enfoque pedagógico más inclusivo.
“La educación es la base sobre la que se basan las sociedades pacíficas”, subraya la resolución, que invita a Israel y a los países árabes signatarios a continuar y ampliar su cooperación en el ámbito educativo, cultural, económico y de seguridad. También pide a las instituciones internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que presten más atención a la prevención de la incitación al odio, en particular a través de la educación.
Además, la resolución apoya la expansión del marco de la AA a otros Estados árabes y musulmanes, destacando las repercusiones tangibles que estos acercamientos pueden ofrecer en términos de prosperidad colectiva, diálogo intercultural y seguridad compartida.
Por último, el Congreso insta al Departamento de Estado a comprometerse más decididamente con este enfoque pedagógico, promoviendo diálogos bilaterales y multilaterales sobre las normas educativas, y garantizando que la próxima generación se beneficie de una instrucción basada en la comprensión mutua, la memoria compartida y el rechazo de cualquier forma de adoctrinamiento de odio
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