Las autoridades argelinas han expulsado a más de 1.800 migrantes en situación irregular hacia la frontera nigeriana durante la primera quincena de abril, informó el jueves 24 de abril la organización nigeriana Alarmphone Sahara, que rastrea los desplazamientos migratorios en la región del Sahel.
Según Abdou Aziz Chehou, coordinador nacional de este colectivo, 1.845 migrantes fueron transportados en autobús a una tierra de nadie en el desierto comúnmente conocido como “punto cero”, antes de verse obligados a caminar hasta la localidad de Assamaka, el primer puesto nigeriano después de la frontera. Esta operación, llevada a cabo el 19 de abril, constituye el desalojo más masivo registrado por la organización desde su creación.
Según los recuentos realizados por Alarmphone Sahara, más de 4.000 personas rechazadas desde Argelia han sido registradas en Assamaka desde principios de mes. Esta cifra no tiene en cuenta a quienes, tras su expulsión, intentan volver clandestinamente al territorio argelino.
La maniobra forma parte de un notable empeoramiento de las relaciones diplomáticas entre Argelia y sus vecinos del Sahel -Níger, Malí y Burkina Faso- ahora todos dirigidos por consejos militares que han derrocado a los poderes civiles anteriormente cercanos a Argel. Estos tres países, en abril, llamaron a sus embajadores destinados en Argel, evocando disputas persistentes relacionadas con la vigilancia de las fronteras comunes.
Considerada durante mucho tiempo como una tierra de tránsito para las personas en el exilio que huyen de la guerra, la miseria o los trastornos climáticos, Argelia es un paso obligado hacia Europa. Los migrantes emprenden acartadoras travesías a través del Sahara, antes de probar suerte en las peligrosas carreteras del Mediterráneo. Pero el fortalecimiento de los controles marítimos y los acuerdos migratorios con varios países europeos contribuyen a la inmovilización de miles de ellos en Estados con sistemas de acogida precarios y prácticas represivas documentadas.
En 2024, Alarmphone Sahara ya había identificado a más de 30 000 personas rechazadas desde Argelia. Prácticas similares se denuncian regularmente en Marruecos, Túnez y Libia.
Ni las autoridades argelinas ni sus homólogos nigerianos han comentado públicamente estas últimas expulsiones, que no son objeto de ninguna cobertura mediática en la prensa nacional argelina. Sin embargo, Níger había argumentado en el pasado que estas remisiones contravenían el acuerdo firmado en 2014, según el cual solo las personas de nacionalidad nigeriana pueden ser devueltas a la frontera en este sector
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