El ministro francés del Interior, Bruno Retailleau, anunció el lunes 17 de marzo la suspensión de los acuerdos de 2007 relativos a las exenciones de visado para los titulares de pasaportes diplomáticos argelinos, acentuando un poco más las tensiones entre París y Argel. Esta medida se produce después de la negativa categórica expresada por Argelia a acoger a unos sesenta de sus ciudadanos expulsados, lo que provocó una fuerte reacción de las autoridades francesas.
“Los argelinos no respetan nuestro acuerdo de 1994”, dijo el Sr. Retailleau en el micrófono de France Inter, lamentando la negativa de Argel a aplicar los compromisos bilaterales que regulan la circulación de sus ciudadanos en territorio francés.
El ministro denunció la actitud de las autoridades argelinas, lamentando que estas últimas “se niegan a aplicar el derecho internacional” y prometiendo una “respuesta graduada” al régimen del presidente Abdelmadjid Tebboune.
La decisión del inquilino de la Place Beauvau se produce después de que el gobierno argelino rechazara, en términos firmes, la lista transmitida el viernes por París.
Esta lista enumera a los ciudadanos argelinos sujetos a medidas de expulsión, por hechos calificados por el Sr. Retailleau como “trastornos del orden público”, o incluso “salidas de prisión con perfiles peligrosos”.
Argel denunció un “cuestionamiento unilateral” del mecanismo consular habitual, basado en la coordinación entre las prefecturas francesas y las representaciones consulares argelinas.
En un comunicado mordaz, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia se opuso a un fin de no recibir a las solicitudes francesas, rechazando “amenazas”, “deseos de intimidación” y otros “ultimátums” de París. Argel también recordó que los acuerdos de 1974 y 1994 seguían enmarcando la cooperación consular entre los dos Estados, e insistió en “el respeto de los derechos de las personas objeto de medidas de distanciamiento”.
Esta escalada diplomática marca un nuevo episodio en las tumultuosas relaciones entre Francia y Argelia, dos países vinculados por acuerdos antiguos pero cuyas diferencias se han acumulado durante varios meses, debido a una sobrepuja argelina que dura desde hace años
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