La cría de ovejas en Marruecos ha sufrido en los últimos años los efectos combinados de una sequía persistente y un aumento de los costes de los piensos para el ganado, lo que ha provocado una reducción drástica del número de cabezas de ganado disponibles en el mercado.
Su Majestad el Rey Mohammed VI instó el miércoles 26 de febrero a la población a no realizar el sacrificio ritual del Eid al-Adha este año, citando una disminución significativa del rebaño nacional y la necesidad de mitigar las consecuencias actuales de esta situación en los hogares más modestos.
En un mensaje solemne leído por el ministro de Habous y Asuntos Islámicos, Ahmed Toufiq, durante el noticiero de la cadena Al Aoula, el soberano recordó que la celebración de esta fiesta tiene una profunda importancia espiritual y social para los marroquíes, al tiempo que insistió en los imperativos de prudencia y preservación de los equilibrios económicos.
Un contexto marcado por la escasez del reso
“La preocupación por permitirle realizar esta sunnah en las mejores condiciones también nos obliga a tener en cuenta los desafíos climáticos y económicos que atraviesa nuestro país, que han llevado a una disminución significativa del rebaño”, dijo el Rey en su mensaje.
La cría de ovejas en Marruecos ha sufrido en los últimos años los efectos combinados de una sequía persistente y un aumento de los costes de los piensos para el ganado, lo que ha provocado una reducción drástica del número de cabezas de ganado disponibles en el mercado. Esta rareza se ha traducido en un importante aumento de los precios, lo que hace que la adquisición de una oveja sea particularmente cara para muchos hogares.
Una excepción excepcional basada en el espíritu de la ley religiosa
Basándose en los principios de flexibilidad y eliminación de las dificultades inherentes a la jurisprudencia islámica, el Rey, en su calidad de comandante de los creyentes, recordó que la inmolación del Eid al-Adha es una sunnah mu’akkadah (tradición muy recomendada), condicionada por la capacidad financiera del fiel.
“En estas circunstancias excepcionales, realizar este ritual causaría un cierto daño a muchas familias, especialmente a las de ingresos limitados”, subrayó, invocando el versículo coránico: “Y no le impuso ninguna vergüenza en la religión”.
Como compensación simbólica, el soberano anunció que cumplirá personalmente el sacrificio, “como nuestro antepasado, el profeta Mahamed, la paz y las bendiciones sean con él, que inmoló dos ovejas declarando: ‘Esta es para mí, y esta para mi comunidad’.”
Mantenimiento de otras tradiciones del Eid
Su Majestad Rey invitó a los marroquíes a celebrar el Eid al-Adha en su esencia espiritual y comunitaria, preservando sus aspectos no sacrificiales: la oración del Eid, los regalos de caridad y el fortalecimiento de los lazos familiares.
No es la primera vez que se adopta una medida de este tipo en Marruecos. Bajo el reinado del Rey Hassan II, el sacrificio ritual se suspendió en varias ocasiones por razones económicas y climáticas, especialmente en 1963, 1981 y 1996.
Esta decisión real se inscribe en una lógica de responsabilidad y adaptación a las realidades coyunturales sin dejar de ser fiel a los principios de la tradición islámica y a los valores de solidaridad que caracterizan a la sociedad marroquí