Según el New York Times, Donald Trump habría elegido nominar al senador Marco Rubio como futuro Secretario de Estado.
Una elección que refleja el deseo de adoptar una línea dura en política exterior, frente a China e Irán, además de promover y ampliar los Acuerdos de Abraham.
Rubio se distinguió por una pronunciada hostilidad hacia Argelia pidiendo que sea sometida a sanciones en virtud de la ley CAATSA, pero también denunciando la persecución de los cristianos en Argelia o los vínculos del régimen argelino con la dictadura comunista cubana