El Frente Polisario no logró recabar el apoyo necesario para celebrar un debate formal en el Parlamento Británico sobre la cuestión del Sáhara.
A pesar de sus esfuerzos, los partidarios del movimiento no consiguieron movilizar a diputados de ninguna de las dos cámaras ni asegurar la presencia de miembros del gobierno laborista, privando así a la iniciativa de todo peso institucional.
Ante la falta de apoyo, los organizadores tuvieron que recurrir a una reunión sencilla en una pequeña sala de la Cámara de los Comunes. Solo asistió el diputado Ben Lake, conocido por su afinidad con el Frente Polisario. Entre los presentes se encontraban Mark Luetchford, presidente de la Campaña del Sáhara Occidental en Reino Unido, un representante sindical británico y emisarios del Polisario en Europa e Irlanda.
Esta modesta reunión concluyó con el compromiso de Mark Luetchford de intentar convencer a algunos parlamentarios para la creación de un “grupo de amistad con el pueblo saharaui”. Esta promesa sigue siendo puramente declarativa e ilustra la creciente dificultad del Frente Polisario para ampliar su base de apoyo en el Reino Unido, a pesar de las diversas iniciativas emprendidas en las últimas semanas.
El revés sufrido por el Polisario contrasta marcadamente con el impulso de sus partidarios marroquíes, quienes organizaron un debate oficial en la Cámara de los Lores a finales de octubre sobre los vínculos entre el Polisario e Irán, con la presencia de la baronesa Chapman.
Este éxito diplomático subraya la disparidad de influencia entre ambas partes y confirma las dificultades del movimiento separatista para afianzarse en la escena política británica











