Un informe de la agencia de noticias española EFE reveló prácticas arbitrarias por parte de las autoridades argelinas al deportar a inmigrantes, de países subsaharianos, señalado que cientos de deportados “se encuentran abandonados a su suerte a pie, rumbo a Níger y Mali”.
El informe explicó que “estas operaciones se llevan a cabo sin acuerdos formales con los países receptores”, como Mali, lo que expone a los migrantes a riesgos importantes, incluido el robo por parte de grupos armados en zonas fronterizas sin ley.
El informe de EFE añadió, citando testimonios de organizaciones humanitarias, que los migrantes son detenidos “por su apariencia sin comprobar su identidad ni sus documentos de residencia, aunque estén en vigor”. Estas prácticas, calificadas de “aleatorio”, han suscitado numerosas críticas por parte de organizaciones internacionales de derechos humanos, como Human Rights Watch, que confirmó que los deportados fueron sometidos a “graves violaciones, incluidas palizas, privación de posesiones e incluso violaciones”, colocando a Argelia bajo un creciente escrutinio internacional.
Abdel Razzaq Wiam, secretario de la sección de Oujda de la Organización Marroquí de Derechos Humanos, considera que la deportación de migrantes en Argelia “no es un fenómeno nuevo, sino más bien un proceso sistemático que se intensifica en determinados momentos”. Señaló que estas deportaciones “se llevan a cabo en violación de las normas de derechos humanos y de las obligaciones internacionales de Argelia”.
El activista explicó que Argelia, como país que ha firmado acuerdos internacionales sobre los derechos de los migrantes y refugiados y sobre la lucha contra la tortura, “no respeta estos acuerdos, lo que conduce a horribles violaciones de los derechos humanos”. Citó testimonios creíbles y consistentes de sobrevivientes de la deportación, tanto hombres como mujeres, que confirman que los deportados son sometidos a violaciones durante arrestos y detenciones arbitrarias que incluyen a migrantes, solicitantes de asilo y refugiados, sin discriminación.
El mismo abogado de derechos humanos señaló que estas operaciones “afectan a menores no acompañados, mujeres embarazadas, familias e incluso a víctimas de trata de personas, en contradicción con los acuerdos sobre los derechos del niño firmados por Argelia”. También señaló que los deportados, incluidos aquellos con documentos del ACNUR, “son sometidos a violaciones que incluyen la confiscación de sus bienes, la destrucción de sus documentos, malos tratos, torturas y humillaciones”. Continuó diciendo: “Otros testimonios han revelado casos de violación contra migrantes del África subsahariana y de Sudán”, describiendo esto como una “grave violación” de los derechos humanos.
A continuación, el secretario de la Organización Marroquí de Derechos Humanos llamó al Estado argelino a asumir su responsabilidad de respetar sus obligaciones internacionales. También llamó a los organismos internacionales de derechos humanos, agencias de Naciones Unidas y relatores especiales a intervenir urgentemente para poner fin a estas violaciones y garantizar que los responsables no queden impunes, a fin de preservar los derechos de las personas migrantes y refugiadas.
Por su parte, Hamid Al-Ati Allah, responsable de la Asociación para la Defensa de las Víctimas Marroquíes de Desplazamientos Forzados desde Argelia, confirmó que las autoridades argelinas “practican el desplazamiento forzoso de migrantes africanos a zonas remotas del desierto de Níger, donde son obligados a desvestirse y dejados descalzos y desnudos en duras condiciones bajo temperaturas sofocantes sin comida ni agua”.
En declaraciones a los medios, Al-Ati Allah señaló que estas “prácticas brutales” recuerdan la tragedia de los marroquíes que fueron desplazados por la fuerza de Argelia en 1975, cuando fueron separados de sus familias, les robaron sus propiedades y quedaron en condiciones similares. Explicó que “estas prácticas revelan una política argelina sistemática basada en la discriminación y la segregación racial, ignorando los principios humanitarios y los acuerdos internacionales de derechos humanos”.
El mismo activista de derechos humanos agregó: “Las violaciones no se limitan al desplazamiento, sino que incluyen tortura, palizas, detenciones arbitrarias, confiscación de bienes, desplazamiento, desaparición forzada y violaciones de los derechos de los niños y las mujeres
Al-Ati Allah llamó a la comunidad internacional a “asumir su responsabilidad moral y política” frente a estas prácticas, exigiendo que Argelia respete la dignidad de los migrantes de conformidad con los acuerdos internacionales. También destacó su “evasión” de las recomendaciones de 2010 del Comité de Protección de los Derechos de los Trabajadores Migratorios de la ONU, que pedía indemnizaciones para los marroquíes desplazados por la fuerza y la derogación del artículo 42 de su ley de presupuesto de 2010, que nacionalizaba sus propiedades
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