Este miércoles 5 de febrero sonaron detonaciones cerca de la estación de metro Clémenceau, situada en el municipio de Anderlecht, al sur de la capital belga.
Según las autoridades locales, dos individuos encapuchados, armados con rifles de asalto tipo Kalashnikov, abrieron fuego en el aire, sin causar víctimas. A continuación, los sospechosos se metieron en los túneles del metro, lo que provocó una gran operación policial y importantes interrupciones en varias líneas de transporte público.
Las fuerzas del orden, apoyadas por unidades especiales y la policía federal, establecieron inmediatamente un perímetro de seguridad e interrumpieron la circulación del metro en las líneas 2 y 6 entre las estaciones Trône y Gare de l’Ouest. Los tranvías 4, 10, 51 y 82 también se suspendieron parcialmente, mientras que las estaciones Gare du Midi, Clémenceau y Delacroix se cerraron por orden de la policía. Se ha instalado un puesto de mando en la casa municipal de Anderlecht para coordinar la búsqueda de los fugitivos.
Las primeras investigaciones sugieren que estos disparos estarían relacionados con un ajuste de cuentas entre bandas involucradas en el tráfico de estupefacientes, descartando así la pista terrorista. Las imágenes de las cámaras de vigilancia muestran a dos hombres encapuchados, armados con rifles de asalto, entrando en la estación Clémenceau, disparando en el aire y luego huyendo por los túneles del metro.
Las autoridades estiman que los sospechosos podrían estar en el túnel que une las estaciones de Clémenceau y Bruselas-Midi.
Este incidente se produce en un contexto de recrudecimiento de la violencia relacionada con el narcotráfico en Bruselas, un fenómeno que preocupa a las autoridades locales y nacionales. Las fuerzas del orden continúan activamente su investigación para detener a los autores de estos hechos y restablecer la seguridad en la red de transporte público de la capital